viernes, 24 de enero de 2014

De mayor quiero ser un semidios.



¿Dónde esta la línea de lo correcto y lo incorrecto? ¿Quién decide que es lo que esta bien y lo que esta mal? ¿La conciencia con la ayuda de la moral?...

Lo siguiente es lo primero que aprendí en mi decimoctavo aniversario. Hasta ese momento no me había planteado nada moralmente, ya que no tenia conciencia de que existiera. Yo me consideraba un adolescente más, con sus manías y sus hobbies. En cambio, cuando soplaba las velas, que mi madre con todo su cariño había colocado encima de una gran tarta, sabía que estaba delante de un punto de inflexión, es decir, que me encontraba en un momento de mi vida en el cual iban a cambiar muchas cosas. Un momento en el que las cosas que haces o dejas de hacer te marcan y te influye por el resto de tus días.

Mientras me comía mi pastel todo parecía perfecto, pero sabía que cumplir los 18 no solo me conllevaría la gran ilusión de cualquier adolescente de poder sacarme el carnet de conducir, si no que me confirmaría una teoría que hacia tiempo andaba estudiando.

Esta teoría la titule: “la teoría de la verdadera realidad del humano”.

¿Por qué la titulé así? Pues verás, cuando eres un niño siempre sueñas con ser mayor. Para ti los mayores son figuras respetadas y de cualidades y condiciones ilimitadas (semidioses), además cuando eres niño la vida se comprime en dormir jugar y comer, cosa que te parece aburrida. Tú prefieres ser un súper héroe como los que salen en los cómics o en la televisión. Pero entre tu y yo, que ya somos adultos, lo de ser niño si que era vida.
Siguiendo con la teoría, cuando se acerca el momento de compaginar la vida de niño con la de adulto, es decir, lo de dormir, comer y jugar con ser un semidios ves que todo se trunca, y la vida ya no consiste en eso, si no en dormir poco, comer lo que tu economía te permita y jugar... ¿A qué? Si perdiste tu inocencia. Y ser un semidios, que gran error.

Y ahí es cuando dejas de tener inocencia para tener conciencia, conciencia de lo que en realidad te rodea.

4 comentarios:

  1. A veces es mejor no tener conciencia de algunas cosas que te rodean, para poder dejar viva esa inocencia que nos hace tener esperanzas y ilusiones. Como bien dices cuando somos niños la vida es dormir jugar y comer, de vez en cuando nos tenemos que parar y disfrutar como un niño.

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  2. Felicitats company! Dóna gust llegir el que escrius! Fa falta més histories com aquestes i més gent com a tu per a fer no només entretenir sinó també reflexionar. Molta sort i cap endavat!

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  3. Merci a tots pels vostres comentaris, m'agrada que us facin entretindre una estoneta i si alhora un fa reflexionar dons genial! Sort a tots!

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